COCINAR ESTIMULA EL APRENDIZAJE INFANTIL
¿Quién diría que la cocina podría ser un gimnasio para el aprendizaje escolar? Animar a los niños a que cocinen, es como animarlos a entrar a un laboratorio lleno de nuevas y divertidas experiencias de las que pueden aprender. Cada una de estas experiencias tiene una habilidad que los niños utilizan en su aprendizaje escolar.
Las destrezas que se refuerzan son:
- Motricidad: batir, ser precisos al verter los ingredientes, etc.
- Cálculo: contar, medir, tener en cuenta los tamaños, las formas, etc.
- Lecto-escritura: al leer una y otra vez una receta, las etiquetas de los ingredientes, etc.
- Memoria: al recordar el orden de los ingredientes, etc.
- Pensamiento crítico: al hacer preguntas de respuesta múltiple que les ayuden a descubrir por qué las cosas suceden como cambios físicos o químicos. Por otro lado, cuando no sale muy bien el alimento, y revisan juntos todo el proceso hasta descubrir lo que pudo salir mal o lo que podrían cambiar. Lo bueno es que van a tener muchas oportunidades para volver a intentarlo, lo que les ayudará a perder el temor, la vergüenza y el miedo al fracaso.
- Lenguaje: al hacerles preguntas abiertas mientras cocinan. Pueden empezar haciendo preguntas simples que piden que el niño describa lo que está haciendo.
- Paciencia y perseverancia: cuando hay que repetir una receta para que salga muy bien.
- Creatividad: cuando se les permite ser innovadores al mezclar ingredientes diferentes como por ejemplo: en lugar de frutillas, agregar duraznos; ser creativos al decorar sus alimentos; adornar la mesa,… Y a la vez, este tipo de experiencias los anima a probar nuevos sabores, texturas, etc. Por otro lado, aprenden que la comida en realidad proviene de la tierra o del mar, no sólo del supermercado, donde se compra en cajas y latas. Los niños se maravillan, por ejemplo: de la posibilidad de hacer su propia pasta.
- Autoestima: la sensación de lograr completar una receta, ver el resultado de su esfuerzo y trabajo. Los chicos se entusiasman y en general es una experiencia que les brinda confianza al verificar que lo que cocinaron esta delicioso.
- Trabajo en equipo: se fortalece su estado emocional y afectivo al compartir esta maravillosa experiencia con sus padres, hermanos o amigos. Los hace sentirse parte importante y esencial del grupo. Es un tiempo de calidad que valorarán a lo largo de sus vidas.
- Nutrición: ¡aprenderán sobre nutrición! los ayudará mantener su cuerpo y su mente sanos. En estos tiempos de comida rápida, poco nutritiva, obesidad, anorexia y bulimia lo mejor es enseñarles desde chicos la diferencia que puede hacer en ellos las elecciones correctas que hagan al comer.
Recomendaciones:
- Haz de la cocina una experiencia divertida. Recuerda que como sucede con todo en la vida, el modo en que introduzcamos a los niños a la cocina sentará la pauta para la forma en que ellos disfrutarán -en mayor o menor medida- la experiencia.
- Antes de empezar, explícales para qué sirve cada utensilio, así como las diferencias entre cacerola, olla, caldero y sartén y repasen la receta de principio a fin. Ésta es una gran oportunidad para practicar la lectura y la aritmética sin que los niños se den cuenta. Si puedes, empieza por recetas que no precisen del horno ni de la estufa.
- Se paciente. Recuerda que cocinar es algo nuevo para ellos y están aprendiendo. Has que se sientan cómodos con todas las tareas y felicítalos en cada paso logrado.
- Empieza sin prisas. Asegúrate de tener el tiempo disponible para ensayar las recetas y para recoger todo lo que quedará después.
- Adjudica tareas de acuerdo con la edad y la capacidad de cada cual. No dejes que los niños demasiado pequeños se acerquen a la estufa ni manejen cacerolas, cucharas o sustancias calientes. Tampoco dejes que usen tijeras ni cuchillos.
- Establece rutinas de higiene, como lavarse las manos, lavar los alimentos,…
- Ofréceles un espacio accesible donde las cosas estén a su alcance, como una mesa baja o si las superficies de trabajo les quedarán muy altas, acomódalos en una silla adecuada o usa un taburete con espaldar.
- Usa mandiles y camisetas viejas para proteger su ropa y su propio paño de cocina.
- Supervise en todo momento. Es muy importante que cualquier actividad que requiera el uso de utensilios, como cuchillos o ralladores, sea apropiadamente supervisada por un adulto en todo momento.
- Procura que no usen mangas largas ni zapatos con suelas resbalosas. Si las nenas tienen el cabello largo, recógeselo.
- Si algo no sale bien o se rompe, recuérdales que esto se trata de experimentar y, por tanto, a veces las cosas saldrán bien desde el primer intento y otras veces habrá que volver a empezar.
Jennifer Franco Linch
Psicóloga en Rehabilitación Educativa
http://jfrancolinch.blogspot.com.es/2012/03/cocinar-estimula-el-aprendizaje.html
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